Episodio 61: Problemas de diseñadores: la marca propia

Crear la marca de su propio negocio es algo que no resulta sencillo para nadie. Pero, a diferencia de otros emprendedores, nosotros diseñadores podemos hacer gran parte del trabajo nosotros mismos. 

Y la verdad, al principio es emocionante eso de pensar en crear nuestra propia marca. 

Pero se suele convertir en un proyecto eterno que, después de un empujón inicial, acabamos posponiendo semana tras semana, sintiendo un sinfín de emociones contradictorias en todo el proceso creativo. 

 En este episodio, te voy a contar los típicos problemas que nos encontramos creando nuestra propia marca y cómo resolverlos. 

Si eres más de leer que de escuchar…

¡Hola! Estás escuchando el Episodio 61 del podcast Happy Designer. Soy Noe, diseñadora gráfica y fundadora de Lunes School, mi escuela para diseñadores freelance donde aprendemos todo lo que no nos enseñaron en las formaciones de diseño. He creado este podcast para compartir el backstage de mi estudio de branding Lunes Design, cómo me organizo y qué hago para que este negocio me aporte libertad financiera y creativa... Sin que esto signifique trabajar más horas.

Hoy seguiré con la pequeña serie de episodios tratando de los problemas más comunes que nos encontramos siendo diseñadores gráficos que he empezado en el episodio 60. Son las problemáticas que me encuentro más a menudo entre los diseñadores gráficos freelance que acompaño en mis mentorías o en el curso Branding Flow - y como no, que he vivido yo misma en primera persona.

Y hoy vamos a hablar otra vez de un tema que salió en el curso y es el problema que supone crear nuestra propia marca.

Mira, crear la marca de su propio negocio es algo que no resulta sencillo para nadie. Pero, a diferencia de otros emprendedores, nosotros los diseñadores podemos hacer gran parte del trabajo nosotros mismos.

Y la verdad, al principio es emocionante eso de pensar en crear nuestra propia marca, pensamos que vamos a poder, por fin, hacer un proyecto rápido, sin rondas de revisiones, y además siguiendo el estilo que más nos mola, sin que nada ni nadie ponga límites a nuestro talento.

A la hora de la verdad.. Eso se suele convertir en un proceso eterno, que, después de un empujón inicial acabamos posponiendo semana tras semana, sintiendo un sinfín de emociones contradictorias en todo el proceso creativo.

En este episodio, te voy a contar los típicos problemas que nos encontramos creando nuestra propia marca y cómo resolverlos.

El primer problema que encontramos en este proceso es que no lo llevamos a cabo de forma profesional.

Nos emociona tanto la idea de crear nuestra propia marca, y parece que lo tenemos tan claro que no seguimos ningún proceso. Pasamos de hacer un briefing, o de crear una estrategia antes de ponernos a diseñar. Abrimos Illustrator desde el minuto 1 y venga, nos ponemos a crear sin ton ni son.

Típicamente, hacemos esto por un exceso de confianza y por tener demasiadas ganas de diseñar nuestra marca. Pensamos que no hace falta hacer un briefing porque total, tenemos toda la información en la mente, no es como con un cliente, que te tiene que facilitar la información con este documento.

Pero claro, esa es la mejor manera de perderse en el proceso, porque sin brief, estarás diseñando en base a tus gustos y esto puede llevarte a entrar en un bucle (diseñas algo, te mola, dejas pasar unos días, quieres probar otra cosa, o has visto algo que te ha inspirado y quieres seguir, rediseñas, vas puliendo) y así sin que llegue nunca el momento de pensar que sí, ya lo tienes.

Y lo peor de todo es que si lo consigues, si consigues acabar este proceso, acabarás con una marca que te guste, bonita de ver, pero que no te va a servir de nada a nivel empresarial: es muy poco probable que esta marca resuene con tus clientes ideales, o refleje tu diferencia respecto a la competencia..

Date cuenta de que eres tu propio cliente en este proyecto. Evita recrearte o tomarte este trabajo como un proyecto libre - si quieres crear libremente, empieza un proyecto libre pero esto no es uno de estos proyectos, se trata de tu marca, es la pieza maestra de tu comunicación, y debería darte trabajo durante años.

Por lo que es algo que deberías enfocar de forma super estratégica. Haz un briefing y asegúrate de no perder de vista a tu cliente ideal en ningún momento. Y por favor, plantea una verdadera estrategia de marca antes de diseñar (si no sabes hacerlo, busca ayuda para ello. Trata este proyecto siguiendo el mismo proceso y la misma profesionalidad que para cualquiera de tus clientes), te ayudará a no despistarte.

Otro problema al cual no nos enfrentamos es nuestra propia exigencia o perfeccionismo. Es algo que ya he mencionado en este podcast, el hecho de que normalmente nuestro criterio en diseño gráfico es más elevado que nuestras habilidades. O sea, que sabemos reconocer un diseño excelente pero todavía no somos capaces de llegar a este punto, o al menos no siempre.

Cuando empecé a diseñar, tenía unos catorce años, y tenía un nivel bajo, obviamente, pero mi criterio también lo era. Esto me daba la sensación de ser buenísima diseñando - seguro que te ha pasado algo similar y por esto te empeñaste con esto del diseño gráfico - el hecho de empezar y pensar “¡oye, esto se me está dando genial!”. Luego, mi criterio se elevó, empecé a tener más referentes, a mirar el diseño con más detenimiento y a empezar a apreciar la diferencia entre un diseño malo y bueno. Ha sido mi primera crisis creativa, y la superé mejorando. Pero claro ¿qué pasó? Que a la vez que mis habilidades aumentaban, mi criterio tanto también, y por lo tanto mi exigencia conmigo misma, también ha ido aumentando. Es algo que se ha suavizado con los años, pero obviamente, mi criterio sigue siendo más elevado que mis capacidades en diseño, y creo que es lo normal.

Todo esto te lo cuento porque, cuando diseñamos para nosotros mismos es cuando se dispara este fenómeno, y se vuelve omnipresente nuestro crítico interior - esta voz que te dice que todo lo que estás diseñando es una mierda - y te lo dice con este cariño, claro.

El problema es que ponemos el listón tan alto que nunca acabamos nuestra marca y tampoco disfrutamos mucho del proceso.

Así que te propongo hacer este trabajo en serio, sí, pero no apuntar a que esa sea LA marca definitiva de tu estudio, ni algo digno de un premio. Solo necesitas que te funcione. En el fondo, no tiene que ser perfecto.

Un gran truco es ponerte fechas límites para cada etapa del proceso y, por supuesto, respetarlas. Y por favor, sé amable contigo mismo, evalúa el resultado con criterio, sí, pero no lo hagas con una exigencia disparada.

Y el tercer problema viene un poco relacionado con este último tema y el hecho que te mencionaba antes, de trabajar nuestra marca como un proyecto personal y sin seguir un proceso.

El problema es que puedes estar perdiendo dinero con este proyecto, cuando debería tratarse de una inversión en tu negocio.

Me explico. El escenario más habitual es que no nos damos fechas límites para el proyecto, y solo lo trabajamos en nuestros ratos libres. ¿Qué produce esto?

Pues que te desgastes, para empezar, o que no te salga tan bien como podría, porque no lo haces de forma seguida y enfocada. Además lo haces perjudicando tu descanso, por lo que a lo mejor el resultado tampoco está a la altura de tu talento.

¡Pero lo peor de todo es que nunca acaba! En estas condiciones, tardas meses y meses en hacer todo esto - y ojo, crear una marca, hacer fotos, hacer una web ya es un proceso muy largo de por sí.

Y esta es la parte donde pierdes dinero. Porque estás postergando el momento en el cual cosecharás los frutos de tu trabajo. Dicho de otra manera, por no tener tu marca hecha o acorde con tu nivel y estrategia actual, hay clientes que te descartan o te piden bajar tu presupuesto porque no perciben tu valor a través de tu marca.

Este es el dinero que estás perdiendo, y cuanto más tiempo estás en esta situación, mayor es la cantidad. Sé que es un concepto un poco abstracto, ya que no es dinero que podamos evaluar o ver, pero te prometo que es bien real. El día que me hablaron de ello, me explotó la cabeza y cambié radicalmente mi forma de emprender.

Así que, mi consejo es el popular refrán “mejor hecho que perfecto”. De nuevo, pon fechas a este proyecto y ponlo en tu planning, en tu horario laboral. Rechaza a un cliente para poder hacerlo si es necesario, entiende que es una inversión que estás haciendo para tu negocio, y cuanto antes la puedas recuperar, mejor.

Y oye, es una inversión que te sale a precio de coste, ya que el diseñador eres tú, así que no es tan terrible.

Antes de acabar este episodio, me gustaría compartir contigo una última reflexión.

No porque puedas hacer tu mismo el diseño de tu marca DEBES hacerlo. Puedes delegar esto en otra persona. Te puede venir genial un poco de perspectiva ajena en este proceso.

Hace tiempo que dejé de hacer todo yo misma, que si branding, web, dirección de arte de mis fotos etc. Delegar es una maravilla.

Por cierto, no puedo acabar sin mencionar que en lunesschool.com han habido muchos cambios - rebranding completo y nueva web. No sé si lo has visto, pero yo estoy muy contenta con el resultado. Y ha podido ver la luz porque he aplicado cada uno de los trucos de este episodio.

Si este episodio te ha aportado algo, me gustaría pedirte que lo compartas y que me sigas, porque esto es lo que hace que llegue a otros diseñadores que podrían necesitar escuchar esto. Te mando un abrazo y hasta pronto para un nuevo episodio.


Suscríbete al primer podcast para diseñadores gráficos freelance:

 
 


Kits de plantillas

para diseñadores gráficos

Puedes conseguir hoy mismo todas mis plantillas, las mismas que uso yo, ahorrarte un montón de tiempo, y quedar como un verdadero profesional.

 
Anterior
Anterior

Episodio 62: Problemas de diseñadores: los precios

Siguiente
Siguiente

Episodio 60. Problemas de diseñadores: la mentalidad