Episodio 66: Los servicios High ticket para diseñadores: ¿buena idea o no?

Se habla cada vez más del servicio o producto High Ticket en blog y redes de emprendimiento. 

Como toda cosa que se va hablando mucho de forma repentina, vale la pena preguntarse si se trata de una estrategia que puede resultar interesante para un diseñador freelance o si es una moda de la cual huir cuanto antes. 

En este episodio te contaré en qué consiste exactamente un servicio high ticket, cómo podemos aplicar esto en un negocio de diseño gráfico y te compartiré mi experiencia con la venta y ejecución de este tipo de servicio. 


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Si eres más de leer que de escuchar…

¡Hola! Estás escuchando el Episodio 66 del podcast Happy Designer. Soy Noe, diseñadora gráfica y fundadora de Lunes School, mi escuela para diseñadores freelance donde aprendemos todo lo que no nos enseñaron en las formaciones de diseño. He creado este podcast para compartir el backstage de mi estudio de branding Lunes Design, cómo me organizo y qué hago para que este negocio me aporte libertad financiera y creativa... Sin que esto signifique trabajar más horas.

Hoy vamos a profundizar sobre un concepto que se habla cada vez más en blog y redes de emprendimiento: el servicio o producto High Ticket. 

En un momento te contaré qué significan estas palabras, por cierto, me pregunto siempre porque necesitamos decir todo en inglés para que suene más guay? - en fin , como toda cosa que se va hablando mucho de forma repentina, vale la pena preguntarse si se trata de una estrategia que puede resultar interesante para un diseñador freelance o si es una moda de la cual es mejor huir. 

En este episodio te contaré en qué consiste exactamente un servicio high ticket, cómo podemos aplicar esto en un negocio de diseño gráfico y te compartiré mi experiencia con la venta y ejecución de este tipo de servicio. Vamos allá. 

Primero de todo, vamos a definir qué demonios significa eso del High ticket en un contexto empresarial. Se trata de un producto o servicio de precio elevado, sí, pero, ojo, no solo esto. Sobre todo, se trata de un servicio o producto que aporta un valor muy elevado al cliente. Y esto tiene como consecuencia que tenga un precio elevado. 

Un servicio high ticket es un servicio que ofrece: 

  • Primero, una verdadera transformación a tu cliente - o sea, vamos a hacer que nuestro cliente viva un antes y un después marcado, poderoso con este servicio. 

  • Segundo, es un servicio que ofrece una experiencia elevada y muy personalizada. La atención al cliente, lo que se le entrega… es premium y personalizado. Piensa en la experiencia de entrar en la tienda de un sastre, que te tomará tus medidas, te dejará elegir los colores y la tela de tu ropa, todo ello ofreciéndote un delicioso café y charlando contigo, con tiempo y atención. O sea, nada que ver con la experiencia de comprar lo mismo que todos en el H&M, sin que nadie te mire a los ojos en el proceso. ¿Lo ves? 

  • Ah, y claro es un servicio creado para un tipo de persona muy concreto - tu cliente ideal, of course, no pensabas librarte de este tema, no? Es solo asi que podremos diseñar una metodología y un proceso que ofrezca un gran resultado al cliente. 

  • Y, en mi opinión, es un servicio que debería ser irrepetible y que NO se pueda conseguir igual en otra empresa. 

La traducción literal o rápida de las palabras High ticket nos pueden llevar a pensar que la cosa va de precio, y es un discurso que a veces se escucha en boca de algunos profesionales - de hecho, creo que es lo que está poniendo de moda el concepto. 

Lo que odio de la moda del high ticket es que ha hecho que aparezcan algunos servicios artificialmente caros, que no aportan una transformación o experiencia high ticket - es algo que he visto sobre todo en el sector del coaching, y me da mucha pena que se perjudique la percepción de este sector por culpa de malas prácticas como esas. 

Entonces, repito, el precio elevado es solo una consecuencia lógica de ofrecer un servicio de alto valor, que tiene todo lo anterior. 

De hecho, a mí me gusta más hablar de estos servicios con la palabra premium, que refleja un poco mejor de qué se trata, en mi opinión, pero bueno.

Por cierto, ya que hemos mencionado los precios, se suele comentar que un servicio empieza a ser high ticket a partir de los 2000€, aunque ya sabes que esas cosas son relativas. Por lo que, cuando diseñamos un servicio high ticket, se trata de pensar en un servicio que pueda aportar suficiente valor para venderse por esos precios, básicamente. 

Bien, hemos visto la teoría, lo has pillado todo… pero quizás te estés preguntando a qué viene esta bonita explicación y de qué te puede servir esto del High ticket, a ti, diseñador gráfico freelance

Mira, como siempre, te voy a hablar desde mi experiencia y desde mi punto de vista. 

Lo tengo super claro: creo firmemente que el high ticket es la única estrategia viable para un estudio de diseño gráfico hoy en día, a la hora de vender servicios complejos como el diseño de identidad visual o el diseño web.

La competencia, el contexto hace que sea demasiado complicado estar posicionado en la categoría de servicios con precios bajos o medios - porque esto solo refuerza que los clientes no entiendan la diferencia entre nuestros servicios y otras soluciones como diseñar ellos mismos el logo en Canva o encargar una web prediseñada. Y no es que esas cosas sean malas opciones, sino que lo que hacemos nosotros no tiene nada que ver con ello. 

Además, si intentamos ofrecer un servicio de precio bajo o medio y miramos bien la rentabilidad del servicio, nos daremos cuenta que estamos limitados. 

Es decir, básicamente, que con un precio bajo o medio no vamos a poder dedicar 30h a desarrollar la web o el branding sin estar perdiendo dinero. Deberemos recortar el proceso, los entregables, ¡algo! para que el servicio resulte rentable.

¿Y qué pasará entonces? Pues que solo podremos ofrecer una transformación regulin a nuestro cliente en lugar de ayudarle a conseguir resultados óptimos y radicales para su negocio. En cambio, si ofrecemos un servicio high ticket, podemos tomar el tiempo de crear algo que aporta mucho valor a nuestro cliente. 


Y en este caso, te adelanto que el cliente se queda realmente encantado después - y es cuando te encarga otros servicios, te recomienda a otras personas, etc. Un montón de efectos secundarios beneficiosos que prácticamente solo existen en este marco del servicio premium.   


Así que no solo considero que es una estrategia interesante para nuestro tipo de negocio, sino que me parece que es una necesidad absoluta apostar por tener uno o dos servicios de estos en nuestra carta. 

Si te interesa, vamos a seguir concretando un poco más y ver qué servicios podemos ofrecer en modo High Ticket y cómo diseñarlos. 

Como te explicaba la clave está en la transformación, el valor que aporta el servicio. Por lo que considero que los servicios que más pueden encajar con esto son: 

  • El servicio de branding, incluyendo la estrategia de marca y la creación de la identidad corporativa completa. 

  • El servicio web, incluyendo la definición del recorrido estratégico del cliente en las páginas y la realización de la web - diseño y programación. 

También podríamos imaginar un servicio enfocado a las redes sociales o de diseño de packaging, por qué no, la cuestión es incluir estrategia y acompañamiento para que resulte transformador y que realmente tenga el valor elevado que pretendemos darle. 

Si quieres empezar a crear este servicio de alto valor, puedes seguir los siguientes pasos: 

  • Concreta la transformación que quieres ofrecer a tu cliente ideal

  • Define una metodología que te permite conseguirla para cada cliente, siempre, y cuales son los entregables necesarios para que ocurra la transformación. 

  • Establece un proceso de trabajo detallado, teniendo en cuenta la experiencia del cliente en todo momento.

  • Calcula tus costes para no pillarte los dedos y pon precio en base al valor que aportas. 

Por cierto, todos estos pasos y más sutilezas del servicio de branding premium es precisamente el temario de mi programa Branding Flow, que pronto abrirá las puertas de su 4ª edición. Es un programa en el cual te acompaño en directo para crear o mejorar tu servicio de branding y atraer clientes premium. Si es algo que te interesa, te invito a apuntarte a la lista de espera desde ya para no perderte la apertura de inscripciones y obtener un descuento sobre el precio. 

Volviendo al tema que nos interesa y la razón por la cual, de hecho, me parece tan interesante el servicio premium o high ticket.

Me flipa porque lo he aplicado en mi negocio Lunes Design y es lo que me ha salvado de una situación muy desagradable. La situación en cuestión, para resumir, era trabajar mucho y cobrar poco, jeje. 

Ofrecía un servicio de branding, esto desde los inicios de Lunes Design - obvio, es la especialización del estudio. Pero ofrecía el típico servicio “medio”. Entregaba lo estándar y habitual en estos servicios, no ponía en valor la estrategia de marca y cometía unos cuantos errores en el proceso que llevaban a varias rondas de revisiones. Y no hay nada premium en las rondas de revisiones, créeme. 

El resultado era que yo tenía la agenda a tope con pocos proyectos y, si bien mis clientes acababan contentos, era en plan contentos, sin más. ¿Por qué? Pues porque les ofrecía una solución más estética que estratégica, me quedaba un poco en la superficie y por lo tanto este servicio no transformaba su negocio. No obtenían resultados muy guays, que pudieran relacionar con su nuevo branding… así que no se acordaban especialmente de mí cuando necesitaban algo más de diseño o cuando alguien les pedía una recomendación. Así que a mi agenda completita se añadían horas y horas de trabajo en la captación de nuevos clientes. 

Entendí que debía rediseñar este servicio, y es lo que hice en los siguientes años, puliendo poco a poco la metodología, el enfoque, la diferenciación y el proceso de mi servicio de branding. Y francamente, crear un servicio de branding high ticket ha sido realmente la solución a todo

Ahora bien, te digo una cosa: no lo he hecho perfecto, esto del high ticket. 

Primero, porque me enfoque mucho en darle más valor al servicio, pero a nivel de precios, me quede corta, sobre todo al principio y creo que incluso las últimas veces que lo ofrecí podría haber subido el precio bastante más -  de nuevo, dado el valor que aporta el servicio, no porque soy muy guay o la mejor diseñadora de todos los tiempos. 

Me ha costado poner precio al valor del servicio y lo que hice fue más bien lo habitual, fijar un precio en base al coste del servicio, al tiempo que le dedicaba.

Y hay otra cosa que no he hecho bien al inicio. Me he enfocado tanto en este servicio de branding premium que he descuidado los demás. 

No se trata de tener solo servicios high ticket. Si bien te recomiendo huir del low cost sí o sí, es recomendable diseñar una carta de servicios completa, con servicios de valor inferior - recuerda, valor, no solo precio - que pueden resultar útiles para tu cliente ideal. En esto he fallado al principio, me olvidaba de fidelizar mis clientes, aportarles otras soluciones y me ha costado mucho tiempo y dinero.

Y antes de acabar sobre el tema del high ticket, última recomendación: cuida mucho la rentabilidad de un servicio así - porque por defecto los diseñadores lo damos todo en nuestro servicios, y más cuando vendemos por un precio elevado, parece que nos lo tenemos que merecer aún más. Simplemente cuídate y comprueba que el desgaste energético no resulte mayor al beneficio económico. 

Así que en conclusión, para mi, el servicio high ticket o premium es una gran apuesta para un diseñador freelance o un estudio de diseño. Si se hace bien, permite crear un negocio muy rentable y distinguirse de la competencia de forma natural.

Recuerda, la clave está en el valor que aportas. 

Espero que este episodio te haya gustado. Antes de cerrar, te recuerdo que si te interesa convertir tu servicio de branding en un servicio premium, muy pronto abrirán las puertas de mi programa Branding Flow. Apúntate en la lista de espera.

Te deseo un feliz día, y hasta pronto para un nuevo episodio.


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