Cómo pasar de freelance a CEO creativo (en 5 fases reales)

A veces, cuando cuento cómo gestiono mi negocio con 30-35 horas a la semana, teniendo entre 9 y 11 semanas de vacaciones al año e interactuando con clientes soñados a diario, me doy cuenta de algo:

Muchos creativos freelance me escuchan hablar de venta, de marketing y todo lo que le recomiendo hacer para que su negocio funcione y piensan: “Ya, claro… fácil para ti, pero yo estoy a años luz de eso.”

Lo entiendo.

Pero lo que no siempre se ve es el camino que recorrí para llegar hasta aquí. 

Y ojo, esto no va de contarte una historia heroica y emocional, con inicios humildes, sacrificios y riesgos hasta llegar a una variante europea del sueño americano. 

Sí, yo también pasé por fases donde estaba atrapada en el caos, trabajando sin parar y sin saber cómo avanzar. Pero contarte esta historia no sirve mucho, no vas a poder sacar otra conclusión de esto que el muy trillado “¡yo también puedo!” que te motiva durante unos minutos pero te deja igual.

Lo que encuentro realmente interesante contarte, es que… Lo que más ha habido en mi recorrido son fases durante las cuales las cosas me iban bastante bien y el único problema que tenía era que mi negocio no era todavía cómo realmente quería, no me daba toda la libertad que deseaba.

En cada una de estas fases, había obstáculos que me impedían seguir creciendo hacía lo que yo deseaba. Y para superarlos uno a uno, tuve que adoptar una nueva estrategia y… ¡pasar a la acción! 

Por eso, hoy quiero mostrarte las 5 fases por las que pasé para transformar mi negocio en lo que es hoy. Para que veas que esto no sucede de la noche a la mañana, claro, pero sobre todo para que entiendas en cada etapa tienes el poder de decidir cómo seguirá la historia. 

Espero que este pequeño ejercicio de transparencia te ayude a identificar en qué fase estás ahora y cuál podría ser el siguiente paso para ti.

Confesión: viajar mientras mis colaboradores siguen avanzando en las tareas es lo que más me hace sentir una super líder - CEO creativa 😉

📈 FASE 1: No controlo nada → Me pongo las pilas con la venta

Llevaba tiempo trabajando como freelance, pero el 80% de mi trabajo venía de una agencia de social media que me subcontrataba. Concretamente, diseñaba posts de Facebook para un banco y multinacionales del sector alimentación procesadísima, imagínate lo poco ideal que era esto para mí. 

Los clientes no eran míos, los precios los ponía la agencia y yo solo ejecutaba. 

Hasta que un día, me atreví a cortar esa dependencia para captar más clientes para Lunes Design.

No hay un momento super ideal o que se siente 100% seguro para hacer esto. Tampoco te estoy diciendo que debes arriesgarte más de lo necesario, pero soltar la estabilidad siempre será un salto de fe. 

No fue inmediato, pero dedicando tiempo a la venta y el posicionamiento de mi marca, pronto tuve mi primera lista de espera. Mi negocio, por fin, era mío.

Lo que me gustó de esta fase: Más libertad y disfrute en mi día a día. 

Lo que aprendí: De repente, la captación de clientes se vuelve tu proyecto principal. 

➡️ Si estás en esta fase, es momento de tomar el control de tu cartera de clientes y poner en marcha una buena estrategia de marketing.

¡Enhorabuena! Has conseguido un nuevo trabajo de comercial

📈 FASE 2: Agenda llena de proyectos random → Posiciono el negocio

Mi reputación como diseñadora estaba asentada y los clientes llegaban de forma estable. Tenía la agenda llena y hasta abrí una lista de espera por primera vez. 

Pero no me sentía del todo ilusionada. Esto seguía pareciéndose mucho a cuando trabajaba para la agencia, no parecía decidir yo de nada. Ni de los precios, ni de los plazos, ni siquiera de los proyectos que hacía. 

Hacía diseño web, diseño de redes, ilustración. Tenía clientes de todos sectores y estilo. 

A mi lo que me molaba de verdad era crear marcas, de principio a fin, no seguir un manual de identidad visual para diseñar una pieza. Es cuando decidí posicionar Lunes Design como estudio de branding y reforzar mi marca para atraer los clientes con quien realmente soñaba trabajar

Lo que me gustó de esta fase: Es mucho más fácil vender y crear contenido cuando tienes claridad sobre tu posicionamiento. 

Lo que aprendí: Decidir de tu posicionamiento es hacer el duelo de las otras opciones. 

➡️ Si estás en esta fase, es momento de pensar en tu posicionamiento. ¿Qué proyectos y clientes son los que más te molan?

📈 FASE 3: No doy para más → Empiezo a delegar

Después de un par de años de branding y marketing intencional y constante, mis servicios de branding estaban bien posicionados, los clientes llegaban de forma predecible y tenía meses de trabajo asegurado.

Pero había un problema: seguía haciendo todo yo sola. Y esto me generaba mucha presión, aparte de bloquear mi crecimiento. 

Así que contraté a mi primera asistente virtual y una becaria diseñadora. Y fue un antes y un después empezar a sentir que no todo dependía de mí. 

Lo que me gustó de esta fase: ¡Es mágico! ¡Hay tareas que se van tachando sin que las hagas tú! 

Lo que aprendí: Necesitas bastante tiempo para delegar y supervisar, sobre todo al principio.

➡️ Si estás en esta fase, es momento de dejar de hacer TODO tú solo y buscar los perfiles que te pueden ayudar.

📈 FASE 4: He llegado al tope de lo que puedo asumir → Diversifico mis ingresos

Con mi estudio funcionando bien, incorporé más colaboradores freelance y empecé a entender que, por mucho que delegue, no podría escalar mucho más si mi facturación dependía 100% de los servicios 1:1. 

Además, lo reconozco, empezaba a sentirme un poco menos apasionada por el estudio, por las tareas del día a día… Esto ya no era tan emocionante como en los inicios.

Así que lancé mis primeros infoproductos: un par de ebook sobre branding y arquetipos de personalidad de marca. Nada grande ni perfecto, pero suficientes para empezar a generar ingresos extra.

Al poco tiempo, decidí dar un paso más: convertir mi experiencia a la hora de crear mi negocio en un sistema que pudiera enseñar a otros diseñadores.

Así nació Lunes School, mi escuela online para diseñadores freelance. Ahora no solo ofrecía servicios de diseño, sino toda una gama de infoproductos, cursos y servicios grupales. 

Lo que me gustó de esta fase: tus ingresos ya no dependen de tu tiempo y son más pasivos +  Ilusión, inspiración, todo lo que da un proyecto nuevo.

Lo que aprendí: hay que cambiar la estrategia de marketing para vender bien estas cosas, y básicamente comunicar mucho más, a muchas más personas. 

➡️ Si estás en esta fase, es el momento de explorar otras vías de negocios y proyectos alternativos.

 

Una dosis de honestidad

👇🏻

Una dosis de honestidad 👇🏻

La experiencia me ha probado que la diversificación es vital cuando emprendemos.

3 años después de crear Lunes School, tuve un problema de salud que me dejó todo un año sin poder usar mi brazo derecho (el que diseña!). Lunes School me ha permitido seguir facturando, y el hecho de que estuviera ya en marcha lo ha hecho todo mucho más sencillo en un momento emocionalmente complicado.

Nunca sabes lo que te depara la vida, prepara caminos alternativos.

Lo que está claro, es que no es un camino solitario. Aquí con Andrea Rubiano y Zior Legarreta (📸 @llumvisual)

📈 FASE 5: Libertad y más libertad

Hoy, mi estudio y mi escuela funcionan con sistemas, procesos optimizados y un equipo mínimo.

Ya no estoy atrapada en el bucle de trabajar sin parar. Diseño, creo, enseño y disfruto de mi negocio sin sentirme esclava de él.

Ojo, no estoy en la cima ni mucho menos. Voy puliendo y refinando estos sistemas constantemente, y sigue habiendo retos en el camino. 

Pero esta vida ya se parece muchísimo a lo que tenía en mente cuando me hice freelance. 

➡️ Si este es tu objetivo, la clave está en crear un modelo de negocio que no dependa solo de tu tiempo y energía.

¿En qué fase estás ahora?

Cada uno tiene su propio ritmo, pero lo importante es avanzar con intención. Si te ves reflejado en alguna de estas etapas, piénsalo: ¿qué es lo que más te bloquea para pasar al siguiente nivel?

Noe, de Lunes School

Hola, soy Noe, diseñadora gráfica y mentora. Tras hacerme autónoma, me convertí en la peor jefa que había tenido, llegando al burnout y obsesionándome con crear un estudio de diseño con buenas condiciones de trabajo y proyectos emocionantes. Fue un punto de inflexión para Lunes Design, mi estudio de branding. Hoy, sé cómo pasar de ser diseñador-malabarista a un estudio de diseño exitoso y comparto mi metodología en Lunes School. Empieza con mi kit gratuito 5 atajos para crecer con tu estudio 🚀

Siguiente
Siguiente

Llenar la agenda de tu negocio creativo: ¿meta o trampa?